Sistemas de casino

Desde que los juegos de casino fueron creados, los usuarios siempre han buscado una solución al desafío de intentar vencer a la casa. No es necesario mencionar que los sistemas de casino han existido desde que la industria del juego se masificó alrededor del mundo. Los sistemas de casino no son más que métodos para aplicar el presupuesto de forma estratégica o sistemática, con el propósito de conseguir una ganancia. Empleando cualquiera de los métodos de apuestas que llame la atención del jugador, este deberá disminuir o aumentar el monto de sus apuestas cada vez que gane o pierda. Esto dependerá enteramente del sistema de apuestas que este aplicando: positivo o negativo.

• La mayoría de los sistemas de casino son fáciles de seguir y de aplicar.
• Existen dos tipos de sistemas: progresivos negativos, y progresivos positivos.
• La aplicación de los sistemas de casino no garantiza la obtención de ganancias.
• Los sistemas de casino no funcionan a largo plazo, pero pueden ayudar al jugador a obtener ganancias a corto plazo.
• Al utilizar un sistema de casino, el jugador siempre deberá considerar el tamaño de su presupuesto y cuánto dinero está dispuesto a sacrificar para buscar una ganancia.

Actualmente existen tanto sistemas para ruleta como sistemas para jugar al blackjack. En ambos casos, estos sistemas parten del principio de ajustar el tamaño de la apuesta en función del resultado de la última ronda (victoria o derrota). Precisamente, el tipo de ajuste que haga el jugador depende del sistema que esté aplicando, explicando la naturaleza del mismo.

El principio fundamental de este sistema consiste en que el jugador incrementa el monto de la apuesta cuando el resultado anterior fue triunfo. Y disminuye la cantidad apostada cuando el último resultado es derrota. Usar un sistema de progresión positiva es relativamente inofensivo. Sin embargo, el jugador debe recordar que implementar este no significa que tenga garantizada una ganancia.

La idea de la que parte el sistema de progresión positiva es maximizar los beneficios, asumiendo que en algún punto el jugador entrará en una racha de victorias. De hecho, usar uno de los muchos sistemas de progresión positiva ayudará al jugador a recortar sus pérdidas cuando se encuentre en el medio de una racha negativa. Algunos ejemplos de sistemas de progresión positiva son:

1. Martingala inversa/Paroli.
2. Labouchère inversa.
3. D’Alembert inversa.

Este sistema parte de la idea de que el jugador incremente el monto de la apuesta cuando el resultado anterior fue derrota. Y que disminuya la cantidad apostada cuando el último resultado es victoria. Básicamente, un sistema de progresión negativa es la contraparte de un sistema de progresión positiva. El sistema de progresión negativa parte del hecho de que el jugador conseguirá un triunfo, eventualmente, y cuando esto ocurra podrá ganar más dinero.

En general, podría decirse que la premisa del sistema de apuestas de progresión negativa es defectuosa. Esto se debe al hecho de que no hay garantías de que cuando comience una racha de derrotas, ésta vaya a terminar en algún punto. Sin embargo, en el mismo sentido, si no puede descartar dejar de perder, tampoco puede descartar la posibilidad de ganar.

A pesar del hecho de que es posible para el jugador retirarse del casino con una ganancia mucho más grande que la que tenía antes de empezar a jugar.  Un sistema de progresión negativa cercena sus posibilidades notablemente. El jugador debe considerar que siempre está presente la ventaja de la casa en los juegos de casino.  Y las posibilidades son, que pierda todo su dinero, o que necesite una gran cantidad para poder quedar en la condición inicial. Algunos ejemplos de sistemas de apuestas de progresión negativa son:

1. Martingala.
2. Labouchère.
3. D’Alembert.

Vencer a la casa en su propio juego es duro. Si el jugador tiene la idea de que usar un sistema de apuestas va a girar las probabilidades a su favor, es necesario que sepa que su idea dista mucho de la realidad. Y la principal razón para realizar dicha afirmación es que todos los juegos de casino tienen un fuerte elemento de azar que incorpora muy poca estrategia. Sin embargo, algo a destacar sobre los sistemas de casino es que son grandes métodos de sistematización de apuestas. Aplicables para todo jugador que prefiera una aproximación a las apuestas más estructurada.

Los jugadores que emplean sistemas de casino usualmente caen bajo la impresión de que usar una estrategia en sus apuestas, ayudará a generar una buena cantidad de dinero. Cuando el jugador utiliza un existe la posibilidad de vencer a la casa; sin embargo, no hay certeza de que esto ocurra. Esta falsa idealización puede llevar al jugador a desarrollar lo conocido como la falacia del jugador, o también la falacia de Monte Carlo. Esta es uno de los mitos más grandes que sigue vigente en el mundo del juego. La teoría detrás de este mito razona que la naturaleza azarosa de los resultados puede ser influenciada por los resultados previos. Una persona que cree en esta teoría asumirá que apostar en el sentido opuesto influenciará sus probabilidades de ganar. Se puede tomar como ejemplo un lanzamiento de moneda. Si la moneda es lanzada 5 veces y resulta cara en todos los casos, una persona con la falacia del jugador como su norte, creería que el próximo resultado de un tiro de moneda debería ser sello.

Lo que normalmente el jugador no percibe es que los resultados de cada tiro de moneda se calculan independientemente de los demás tiros. Esto en la práctica significa que ninguno de los tiros se toma en cuenta cuando se calculan las probabilidades. Y que las probabilidades de un resultado u otro siempre son 50-50. Muchos jugadores esperanzados han intentado diseñar un sistema de casino que apunte directamente a tomar la mayor ventaja posible de la falacia del jugador. Por lo que no es sorpresa que existan jugadores que diseñen estrategias desatendiendo los resultados previos en un determinado juego.